Fuì a visitar a la tia Marilu Giret en Eusebio Ayala antes llamado Barrero Grande y ella me entrego este legajo con la informacion que ella tiene de nuestra familia.
Corría el año 1852 de la era de Don Carlos Antonio López, en Paraguay, cuando envio a su hijo Francisco Solano López a Europa en Misión Diplomática.
En la visita a Europa, Solano López, contrató técnicos que llegaron al Paraguay, para trabajar, y hacer progresar al país después de la dictadura del Doctor Jose Gaspar Rodriguez de Francia.
El grupo de técnicos franceses que llegó al país, trajo en su seno a un jóven de profesión "Técnico en Construcciones Civiles" de nombre Francois Giret (Francisco), según el certificado de Defunción del mismo.
Llegó al país de polizonte, pues no consiguió permiso de sus padres para viajar con el grupo de europeos. Esta versión se tuvo de una de las nueras de Don Francois.
Al llegar a Paraguay, fue asignado a trabajar en "La Rosada", en su construcción, constituyendose esta obra en una de las primeras fundiciones de hierro de América y la única en el país. Esta se instalo en la ciudad de Ybycui. Trabajò en ella hasta estallar la "Guerra de la Triple Alianza".
Como formaba parte del grupo de técnicos extranjeros, trabó amistad con personas importantes del Gobierno Nacional citándose a la familia Rivarola, oriundos de Barrero Grande, hoy Eusebio Ayala.
Al estallar la guerra, y destruirse la fundición de hierro de Ybycuí por los aliados, formó parte de las huestes paraguayas, llegando hasta la cuidad de Caaguy Yurú, hoy Isla Pucú, donde cayó en el poder del enemigo, y como era extranjero, fue enviado de nuevo hacia la capital.
A su regreso, se encuentra con Rivarola, en el lugar llamado "Acosta Ñu" (Campo Heroico).
Esta familia formaba parte del gobierno legionario paraguayo (autoridades que se levantaron contra Solano López), y decidió radicarse en ese lugar; el "Gringo Guaraní" como lo llamaban.
"Acosta Ñu", dista de la ciudad de Eusebio Ayala unos 12 kilómetros hacia el norte.
Haciéndose peón de la familia Rivarola, trabó amistad con pobladores del lugar, y su conversación la realizaba en un mal hablado guaraní, ya que dejó olvidado su idioma original por completo.
Aprendió allí las labores del campo, cultivo de tierra, manejo de animales de distintas clases y otras tareas similares. Era capataz, ya que los dueños residían permanentemente en la capital.
En dichos quehaceres, también trabajaban miembros de la familia Cabrera, oriundos del lugar; en cuyo seno se encontraba una hija de nombre Concepcion, joven, guapa y hermosa, de cabello rizado y tez blanca, como la ilustraba su última hija: Concepción (Tia Totó), pues Don Francisco Giret se casó con Asunción Cabrera.
Continuará....